martes, 16 de noviembre de 2010

...ingrata necesidad...

la realidad a veces confunde,
o aquello que queríamos conseguir,
una vez conseguido...no es nada, no vale nada, no sirve para nada,

ni tan siquiera calma el ansia,
ni las ganas,
no cura las heridas,
no sosiega el desaliento,
no apaga el ardor que quema el alma,

es banal y absurdo,
es egoísta y desamparado,
pensamientos efímeros que revolotean por la mente,
pequeñas creencias que se hacen poderosas al caer la tarde,
anhelos olvidados que reaparecen como reaparece el héroe,
y como el héroe...vuelven a caer al primer pinchazo,
como un talón mató a Aquiles, una ingrata necesidad mata el silencio de la cabeza,

palabras, preguntas unidireccionales que rebotan como el eco en este cerebro hueco.

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