sábado, 3 de septiembre de 2011

...el botón..



...hay veces en las que me gustaría tener un botón, un pequeño interruptor que accionara o pusiera en modo "off" los sentimientos, las dudas, aquello que rebota una y otra vez en mi propio cerebro y no deja que me concentre en lo realmente importante, me gustaría un botón de "salida", que pudiera pulsar en cualquier momento y me llevara lejos, tan lejos que ni siquera pudiera recordar por qué pulsé aquel botón...

...me encantaría poder empaquetarlo todo, como en las mudanzas, hacer miles de cajas de todo aquello que me preocupa, y cuando tuviera tiempo, abrir cada una de esas cajas de cartón miestras tomo un vino blanco muy frío, sin tener la necesidad inmediata de saber que voy a hacer con todo lo que contiene, sin saber donde colocar cada pensamiento, solo abrir una caja y decidir durante horas con cuales de esos recuerdos realmente quiero quedarme...

...también sueño con resetearlo todo, poder mandarlo todo a la papelera de reciclaje y esperar el cuadro de diálogo que me pregunta si deseo "vaciar" la papelera, y poder pulsar "ok" sin remordimientos, sin pensar que quizás valía la pena, sin pensar que mañana me arrepentire de esto...al menos desearía tener un "antivirus", una pequeña alarma que cambiara de color cuando aperece el que va a ser nocivo, un menacismo interno que me avisara de no abrir todo mi disco duro, que me protegiera, que creara copias de seguridad para poder restaurar el sistema cuando desaparece la amenaza, para no tener que reconstruirme y volver a instalarme todo lo que me hace persona, para no recogerme siempre en trozos...

...a veces quisiera un botón, una barita mágica o los zapatos de rubíes de Dorothy Gale, algo que me ayudara a no pensar más...a no esperar más...